Cuando las drogas se recetaban

Hace  años, antes de que se detectase el peligro de la adicción, esas sustancias, hoy ilegales, fueron legales, curativas y vendidas en farmacias y en consultas de medicos más que respetables.

 

 

 

 

Entre los años 1890 y 1910, Bayer puso en el mercado Heroin, como un sustituto de la morfina, y también para calmar la tos severa en niños.

 

 

 

Mariani Wine era un vino energético y revitalizante. Un reconstituyente que se recomendaba para después de pasar una gripe. En 1875 este vino, a base de coca, se hizo famoso debido a que el Papa León XIII solía llevar siempre consigo una botella. Al productor Angelo Mariani le fue otorgada la Medalla de Oro del Vaticano.

 

 

 

 

Vapor-Ol Treatment era un fluído para el asma, a base de opio y alcohol.

 

 

 

 

En 1885, Cocaine, unas gotas contra el dolor de muelas, se hizo muy popular. Se decía que las gotas quitaban el dolor y “hacían felices a los niños”.

 

 

 

 

Paregoric eran unas gotas, también a base de opio y 46% de alcohol, que se utilizaban para dormir a los recién nacidos. En la etiqueta recomendaban las dosis: 5 gotas para los bebés de 5 días; 8 gotas para los bebés de dos semanas; 25 gotas para los niños de 5 años; y una cucharada para los adultos.

 

 

 

 

Maltine, era otro vino de coca, producido por M Manufacturing Company de Nueva York, y consiguió 10 medallas de oro.

 

 

 

 

Dragees Antiseptiques, eran unas grageas al mentol, borato de sodio y cocaína. En 1900 se recomendaban a cantantes, actores, oradores y predicadores para suavizar las cuerdas vocales.

 

 

 

 

En esta bandeja de propaganda se publicitaba un tónico a base de quinina y cocaína. C.F. Boehringer & Soehne, de Manheim, Alemania, eran los mayores fabricantes del mundo de productos que contenían quinina y cocaína.

 

 

 

Bastantes años más tarde, el opio, la heroína y la cocaína, tan presentes en estos productos farmacéuticos, fueron declarados ilegales por adictivos.

Ahora me explico porque en muchas de las fotografias de principio de siglo la gente tenia una sonrisa extraña y la mirada perdida, ah, y tampoco conocían el estres.

Información extraida de: tejiendoelmundo.wordpress.com